89 años podría considerarse como una meta, de hecho toda una vida para muchos. Y esto no solo a escala individual, sino incluso en relación a la historia de nuestras instituciones.
En ese lapso no han sido pocos lo momentos difíciles para nuestra institución, ya que históricamente la adversidad se instala tenazmente en frente de todo lo que hemos intentado movilizar, por lo que hacer la cuenta de los trabajos y los días nos obligaría a construir un largo relato que dejaremos para otro momento.
Pese a ello no debemos olvidar el privilegio que supone aportar, con la afanosa inversión de nuestro empeño, al cuidado de un bien común.
Y es que nuestros entrañables monumentos y su actual vigencia han ido revelando al patrimonio como una de las últimas líneas de contención del bien común, entendido como la responsabilidad compartida por un futuro posible.
Por lo que la meta representada en una venerable cifra se convierte en un nuevo comienzo cada día que, como hoy, avanzamos al próximo comienzo.
Desde ese comienzo queremos enviar un saludo fraternal para todos nuestros colaboradores administrativos, técnicos y profesionales, que con su riguroso trabajo cotidiano han invertido el deber de pocos en los derechos de muchos, demostrando a nuestra sociedad que todos los días son "el día del patrimonio".
Igualmente queremos extender un saludo a nuestros Consejeros, quienes con su convicción y compromiso nos demuestran que es posible aportar credibilidad y legitimidad a las decisiones de un una institución que es antigua, pero no vieja.
Ya que si fuéramos viejos estaríamos atados a la obsolescencia de una pasiva melancolía. Lejos de ello, nuestra antigüedad nos instala desde los saberes de un tenaz grupo de mujeres y hombres que avanzan en la construcción de un futuro para nuestro patrimonio, razón más que suficiente para celebrar con orgullo nuestros primeros 89 años.
