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San Juan de Piche

Decretos: 
Decreto Nº 23 (2013)
DECLARA SANTUARIO DE LA NATURALEZA A "SAN JUAN DE PICHE"
Localización: 
Metropolitana de Santiago, Melipilla, Alhué
Referencia Localización: 
Lotes A y B del fundo San Juan de Piche, sector poniente del Macizo Cantillana
Categoría: 
Santuarios de la Naturaleza
Tipología: 
  • Flora y Vegetación

El sector de Altos de Cantillana es uno de los pocos lugares de vegetación natural que aún se mantienen en los alrededores de la Región Metropolitana. En medio de pueblos agrícolas, viñas y cultivos frutícolas, se alza el macizo montañoso Cordón de Cantillana, la mayor altitud de la Cordillera de la Costa en la zona central.

Este  lugar se caracteriza por su gran diversidad de especies, por ser fuente de agua potable y de riego de los poblados aledaños y una zona de recreación de gran potencial. De hecho es considerado como uno de los 35 lugares más significativos del mundo para conservar la biodiversidad.

Dentro de este sector, se encuentra el Santuario San Juan de Piche, área de ecosistemas únicos y de extensas zonas de vegetación no intervenida, que han permitido la formación y mantenimiento de diversos hábitats, favoreciendo la existencia de una gran diversidad de especies en distintos grados de conservación, destacándose la presencia de Avellanita, Lagarto -esta última endémica del cerro Cantillana-, Belloto del Norte, Miersia, Hualo, Palma chilena y ingue del Norte, y otras especies raras como Roble de Santiago y Huillipatagua.

Junto a esto, suma también valor patrimonial su composición vegetacional, por la presencia del bosque esclerófilo mediterráneo, con presencia de individuos de Palma Chilena y un bosque relicto de Nothofagus macrocarpa (Roble de Santiago). Estas comunidades, asociadas a otras de menor representación, componen una mixtura de ambientes y hábitats que favorecen la existencia de una gran diversidad de especies de flora y fauna.

Por su ubicación en el poniente del macizo de Cantillana y la exposición sur de sus laderas, sus bosques funcionan como una verdadera esponja que atrapa e infiltra la condensación de las nubes que se forman en el lugar, alcanzando un promedio anual de precipitaciones de 650 milímetros, proveyendo de agua al desarrollo agrícola que se emplaza en la parte baja de la cuenca.

Su declaración como Santuario de la Naturaleza busca proteger el desarrollo y la evolución de los procesos ecosistémicos que han logrado establecerse en forma natural en el área, y que son los que han posibilitado el surgimiento, la conservación y la multiplicación de la diversidad de valiosas especies, para que continúen ocurriendo y perduren en el tiempo, contribuyendo a preservar la biodiversidad amenazada, como un patrimonio natural de excepción a nivel regional y nacional.