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Palacio Rioja

Otras denominaciones: 
Museo
Localización: 
Valparaíso, Valparaíso, Viña del Mar
Categoría: 
Monumentos Históricos
Tipología: 
  • Inmueble
  • Residencial
  • Vivienda

El Palacio Rioja, ubicado en Viña del Mar, fue construido entre 1907 y 1910 por el arquitecto francés Alfredo Azancot Levi, el mismo autor del Palacio Carrasco, el Arco Británico, las primeras graderías del Sporting Club y el Castillo Brunet. La obra fue realizada por encargo del exitoso empresario Fernando Rioja, dueño de la primera industria tabaquera en Chile, quien requería un espacio residencial en la ciudad jardín. Acorde a las influencias de la época, Azancot se inspiró en el estilo neoclásico francés, siguiendo la línea del Petit Trianon (1762-1768) y de la Ópera de Versalles (1765-1770). El resultado fue una obra que conjugó aspectos del barroco tardío con el neoclasicismo, combinación que otorga un sello muy particular a esta construcción en el contexto arquitectónico de nuestro país. La construcción se caracteriza por su simetría, pureza y armonía lineal de sus fachadas. Destaca, por el igual tamaño y forma de los lados de su frontis. Son 1.620 m², cuya estructura es principalmente de madera de roble, apoyada firmemente en grandes piedras. El inmueble posee una valiosa calidad de sus elementos interiores como sus puertas de madera, escalera imperial, columnas y exquisita decoración. Cuenta con múltiples salones, entre los que destacan el gran salón, el salón Imperio, salón de los Boulles, salón rosado, sala de los espejos, sala celeste, biblioteca y el gran comedor con logia para la orquesta. Sobresalen también las columnas que limitan el espacio de recepción y la curva de su semi rotonda modulada por anchas pilastras de doble altura, conjunto que le otorga un sello imperial al palacio. En su decoración interior se evidencia la influencia europea de la época. Gran parte del mobiliario es de un estilo Imperio o Luis XV y las figuras decorativas poseen reminiscencias romanas. También se encuentran objetos correspondientes a culturas orientales como jarrones de la dinastía Imperial del siglo XVIII. Además, en su interior, en el primer pasillo es posible apreciar dos espejos, uno frente al otro, lo que genera un efecto de reflejo infinito, elemento totalmente barroco que permitía crear un espacio virtual sorprendente al espectador. Tras la muerte de los propietarios originales, la Ilustre Municipalidad de Viña del Mar adquirió la propiedad. Primeramente la destinó a centro de eventos y ceremonias, pero a causa del terremoto de 1965 pasó a ser parte de las dependencias municipales. Sin embargo, desde 1979 el Palacio Rioja fue destinado a ser Museo de Arte Decorativo, rol que juega hasta la fecha, siendo uno de los representantes más importantes de la "belle époque" viñamarina. A partir del terremoto de 1985 el inmueble sufrirá considerables perjuicios, tanto en sus columnas, como en elementos decorativos del gran salón, los cielos y muros. Luego de un proceso de restauración dirigido por el arquitecto Patricio Peralta, se logró recuperar el diseño original. Unos meses después del siniestro, este sitio fue nombrado como Monumento Nacional.