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Iglesia y convento de la Recoleta Franciscana

Localización: 
Metropolitana de Santiago, Santiago, Recoleta
Dirección: 
Avenida Recoleta 220
Categoría: 
Monumentos Históricos
Tipología: 
  • Inmueble
  • Equipamiento
  • Religioso / Ceremonial

La Iglesia y el Convento de la Recoleta Franciscana forman parte de un templo católico ubicado en la ciudad de Santiago, en la comuna de Recoleta, en la calle homónima N°220, en el sector que antes fue llamado La Chimba, correspondiente a los territorios que se abren tras la rivera norte del río Mapocho, en el extramuro urbano.

Las Recoletas o casas de estricta observancia tienen su origen en la época del Renacimiento, cuando las disputas al interior de la iglesia derivaron en la pérdida de la disciplina monástica por parte de algunos sectores, motivando la formación de estas recoletas, en las que los religiosos debían llevar una rigurosa vida interior en el más estricto recogimiento.

Surgieron en la ciudad de Toledo en el año 1583. Sin embargo, su aparición en Chile no se concretó hasta el 1643, año en el cual comenzó a levantarse la Recoleta Franciscana, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Cabeza, en los terrenos ubicados en La Chimba, cedidos por el matrimonio del Maestre de Campo Nicolás García y María Ferreira.

La Recoleta se levantó con relativa independencia de la orden franciscana, pues al ser una casa de recolección, contó con sus propios reglamentos; entre los cuales estaba el uso del hábito color ceniza.

La construcción fue terminada en el año 1645, pero con el terremoto de 1730 la edificación se derrumbó. La nueva versión del templo fue terminada en el año 1811, contando por entonces con cuatro claustros, cada uno con un patio y corredores, que dieron lugar a un conjunto de aspecto sencillo y severo, que se mantuvo durante más de un siglo sin modificaciones significativas.

Durante la época de la Independencia, las instalaciones del convento debieron albergar al Ejército de Los Andes, a causa de la ausencia de recintos adecuados para estos fines. Por esta razón, los recoletos no pudieron volver a sus dependencias hasta el año 1820. No obstante, un año después debieron abandonarlas nuevamente para acoger en el lugar a las monjas Clarisas de la Victoria, quienes habían perdido su propiedad en la Plaza de Armas luego de que fuera vendida por el gobierno para financiar la guerra contra las Montoneras de Benavides que aún asolaban el sur del país. Los padres recoletos franciscanos fueron acogidos por la Recoleta Domínica, y sólo en el año 1837 pudieron regresar a su convento.

En 1843 el Padre Vicente Crespo inició la reconstrucción de la iglesia a tres naves que persiste hasta la actualidad, cuya obra fue dirigida por Antonio Vidal. Además, se dice que en 1848 Fermín Vivaceta también participó en la edificación, en la modificación de las columnas interiores, el diseño de un nuevo frontis y la construcción de la torre.

En este contexto adquiere relevancia la figura de Fray Andresito, pues es él quien, recolectando limosnas, consigue el grueso de los fondos para construir la iglesia. Debido a su humildad y sencillez, Fray Andresito se convirtió en un ícono popular de gran devoción, y actualmente es el eje articulador de la labor social de la Recoleta Franciscana.

La construcción fue edificada en estilo neoclásico con elementos toscanos. El frente está dividido en tres partes que corresponden a las tres naves interiores, cada una de ellas con una puerta remata en arcos de medio punto con las dovelas a la vista, la principal de mayor envergadura. La decoración está acompañada por pilastras en pedestal de estilo jónico. Remata en un frontón triangular decorado en su parte central con motivos vegetales y simbología religiosa. Además, el frontis está coronado por un friso moldurado con remates en ambos lados de volutas eólicas y pedestales sosteniendo copas decorativas.

La torre tiene una conformación octogonal de estilo oriental y está recubierta de madera. Está dividida en cuatro partes: la parte inferior con una ventana rematada en arco de medio punto; la siguiente con relojes y ventanas con postigos de madera. Remata en una moldura que sostiene la siguiente parte, una cúpula octogonal, siendo la parte final de la torre una linterna también octogonal.

En su interior está organizada una planta basilical de tres naves, la principal con mayor altura y rematada en una bóveda de cañón rebajada. Las laterales se encuentran adinteladas. La separación de las naves la realizan columnas de estilo corintio, hechas de madera recubierta en yeso, que soportan arcos de medio punto y la bóveda. Las naves laterales también poseen separaciones a través de arcos de medio punto. Los muros laterales de ladrillo tienen ventanas abocinadas frente a cada arco divisorio, bajo los cuales se encuentran los altares devocionales.

En el año 1905 los recoletos pasaron a depender completamente de la orden franciscana. En la actualidad, la iglesia realiza una importante labor comunitaria, al proporcionar alimento a personas en situación de calle en sus comedores.

La Iglesia y el Convento de la Recoleta Franciscana fueron declarados Monumento Histórico el 24 de julio de 1973.

Referencias:
Martínez, Leticia y Díaz, Cristian. Lo que no vemos. Iglesias de Santiago: Un lugar de encuentro con nuestro patrimonio. Recoleta Franciscana.
http://iglesiaspatrimoniales.cl/recoleta-franciscana/
Municipalidad de Recoleta. Lugares que hay que conocer: Iglesia Recoleta Franciscana.
http://www.recoleta.cl/lugares-que-hay-que-conocer-iglesia-recoleta-fran...

Decreto 935 (1973)