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Durante el siglo XIX, la élite destacaba no solo por sus grandes fortunas si no también por invertir buena parte de ellas en majestuosos palacios o en diferentes tipos de patrimonio que engalanaban la ciudad. Uno de ellos fue el jardín botánico de la familia Meiggs, posteriormente traspasado al Estado de Chile con todas sus plantas y ubicado en la Quinta Normal, para ser parte del observatorio de plantas del Jardín Botánico de este parque santiaguino.
Para albergar a la colección botánica de la familia Meiggs, se requería de una infraestructura que permitiera albergar, estudiar y exponer especies botánicas que no podrían conservarse de otra forma en el clima de Santiago. Junto con reunir las condiciones técnicas demandadas, el edificio del Invernadero reflejó entonces el pomposo estilo decimonónico del estructuralismo en base al hierro de origen francés con toques victorianos y de proto art nouveau, tal cual se construían otros invernaderos en Europa. Este parecido innegable con otros invernaderos hechos en Francia o basados en el estilo descrito, hace suponer que Meiggs encargó allá su diseño y fabricación, desde donde llegó a Chile.
Arquitectónicamente, el edificio se caracteriza por estar construido en base a piezas prefabricadas de fierro forjado y vidrio, incluyendo algunos de colores, con un gran valor ornamental. Está instalado sobre un zócalo de piedra y destaca por su antigüedad pues tiene al menos 142 años. Conforma un cuerpo alargado con un volumen central con un cúpula y dos laterales de planta basilical, simétricos.
Este edificio se convirtió en la sede permanente del Observatorio o Conservatorio de Plantas Exóticas. Sin embargo, en 1922 cesa sus funciones el último Director del Jardín Botánico Nacional, comenzando el Invernadero su declinación. Desde entonces el edificio dejó de ser mantenido y perdió buena parte de las plantas y especias que lo componían. Junto con ello, la estructura del edificio también sufrió un paulatino deterioro. Finalmente y ante el desinterés de casi cien años, la colección botánica se perdió por completo y el edificio quedó en total desuso y abandono.
Recién entre los años 1989 y 1995 fue rehabilitado y ocupado como "Conservatorio de Plantas Medicinales", proyecto que no tuvo continuidad en el tiempo, quedando abandonado nuevamente.
Hoy, forma parte de un complejo urbano que ha recuperado su vitalidad al servicio de Santiago y, a pesar de estado de abandono, son múltiples los proyectos de restauración y uso que pretenden recuperarlo para la ciudad de Santiago.
REFERENCIAS:
Decreto 279 (2009)
http://www.monumentos.cl/catalogo/625/articles-36716_documento.pdf
El invernadero francés de al Quinta Normal: Aguardando por el regreso de sus jardines florales.
http://urbatorium.blogspot.cl/2012/11/el-invernadero-frances-de-la-quint...
