Santuario Inmaculada Concepción de Corinto

El Santuario Inmaculada Concepción de Corinto está ubicado en la localidad del mismo nombre, a orillas del Río Maule. Es, además, uno de los pueblos asociados al tradicional recorrido del ramal Talca - Constitución, declarado Monumento Histórico el año 2007. Este pequeño poblado cuenta con un importante Santuario religioso, dedicado a la Virgen de la Inmaculada Concepción de Corinto. Si bien el templo fue erigido en tiempos coloniales, la actual construcción data de 1866, diez años después de un incendio que destruyó la Parroquia original. Su línea arquitectónica responde a la tipología de las casas coloniales del Valle Central de Chile. Posee una superficie aproximada de 1008 m², entre la Iglesia y la Casa Parroquial. Cuenta con anchos muros de adobe, corredores, pilares y patios, que se implantan en un terreno de características irregulares, con basamento de piedra. Destaca la monumentalidad de sus proporciones que contrasta con el pequeño pueblo que la rodea, lo que evidencia la función estratégica del Santuario en esta aislada zona.

Sus orígenes coloniales remiten al Fraile Diego de Medellín, quien estableció en Corinto los primeros límites de jurisdicción eclesiástica en la zona comprendida entre los ríos Mataquito y Maule. Una de sus principales características es que en su Altar Mayor se encuentra la imagen de Nuestra Señora de la Concepción, figura de treinta centímetros tallada en madera y policromada de características quiteñas, traída por los colonos españoles cuando se fundaba el pueblo de Corinto. Esta imagen es muy poco frecuente dado que se representa a la Virgen María con el vientre abultado y se estampa en ella "la anunciación". Su singularidad radica en que es una de las pocas auténticas que quedan, dado que este tipo de imágenes fueron prohibídas y retiradas de las iglesias luego del Concilio de Trento (1545 - 1563). Además, existe una fuerte devoción religiosa hacía ella, que se vio aumentada luego del incendio de 1856 que consumió por completo a la parroquia, y en el que, si bien la Virgen quedó totalmente carbonizada, no perdió ninguno de sus detalles escultóricos.

Todos los años, los 8 de diciembre se hace una fiesta en su honor. Tal celebración le añade un valor cultural al Santuario y al poblado, que para esta fecha es visitado por miles de fieles gracias a un servicio especial de la empresa ferroviaria. A tres años de su declaratoria como Monumento Nacional el año 2007, el Santuario sufrió graves daños tras el terremoto de 2010. La iglesia tuvo la caída del muro del presbiterio y gran parte de sus murallas terminaron agrietadas. La Casa Parroquial resultó con muros y tabiques agrietados, junto con pilares del corredor desaplomados. El 2011, financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo, se comenzó su proceso de restauración.