- Inmueble
- Equipamiento
- Ornamental
La ciudad de Angol, fundada en 1553 por orden de Pedro de Valdivia, constituyó un punto estratégico para las fuerzas españolas durante la Conquista. Ubicada en el corazón del territorio mapuche, esta localidad fue objeto de constantes ataques por parte de los habitantes de la zona, quienes se resistieron con gran coraje a la ocupación de sus tierras. Entre 1553 y mediados del siglo XVIII, los españoles levantaron y refundaron la ciudad seis veces, sin lograr asentar su presencia en el lugar. La última y definitiva fundación de Angol tuvo lugar en 1862, en el gobierno de José Joaquín Pérez. El responsable fue el Coronel del Ejército Cornelio Saavedra, quien estableció ahí el primer fuerte de la línea del Malleco, en un intento por desplazar la frontera nacional hacia el sur e incorporar las tierras mapuche que en ese entonces gozaban de autonomía. El fuerte obtuvo la denominación oficial de ciudad en 1871 y se convirtió en un enclave fundamental para el proceso de ocupación de la Araucanía que ocurriría una década más tarde. El espacio en el que actualmente se ubica la Plaza de Armas de Angol, se constituyó en 1869 como un lugar destinado para el estacionamiento caballos y carretas de los soldados del fuerte. Recién en 1871, el Alcalde Manuel Bunster ordenó iniciar los arreglos para la construcción de una Plaza de Armas con escaños y un perímetro rodeado por rejas de madera. Al centro de la plaza se instaló un estanque de ladrillos y cal para acopiar el agua proveniente de vertientes cercanas y se edificó un entablado que se utilizó para las presentaciones musicales de los militares residentes. En adelante, se fueron incorporando nuevos elementos decorativos a este espacio urbano como árboles exóticos, escaños de fierro, una fuente central, una pila de mármol construida por el italiano Luis Brachi y un quiosco de fierro forjado. En 1912, la plaza adquirió su diseño actual y en una remodelación del año 1942 se le añadieron nuevos ornamentos, entre los que destacó un espejo de agua rectangular, rodeado de cuatro esculturas de mármol blanco que representan los continentes de Asia, África, Europa y América. Las esculturas fueron realizadas en 1892 por el chileno Virginio Arias, quien cursó estudios en París y llegó a ser director de la Academia de Bellas Artes en 1900. Originalmente, estas piezas pertenecieron a Don Amadeo Martínez quien las encargó a Arias para decorar los jardines de su residencia. Tras su muerte, la descendencia de Martínez vendió las esculturas, siendo estas ubicadas en la Plaza de Armas de Angol. El espejo de agua y las cuatro esculturas de Virginio Arias, ubicados en la Plaza de Armas de Angol, hoy llamada Plaza de las Siete Fundaciones, fueron declarados Monumento Histórico en 1986, por su perfecta composición, su calidad y su valor patrimonial. REFERENCIAS: Decreto 00777 (1986) Angol http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-92187.html Historia de Angol http://www.angolinos.cl/historia-de-angol/ Virginio Arias http://www.artistasvisualeschilenos.cl/658/w3-article-40054.html
