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Edificio de la antigua cervecería de Andrés Ebner

Localización: 
Metropolitana de Santiago, Santiago, Independencia
Dirección: 
Avenida Independencia 565
Referencia Localización: 
Independencia entre Olivos y Echeverría
Categoría: 
Monumentos Históricos
Tipología: 
  • Inmueble
  • Industrial
  • Alimentos

El edificio original perteneció a Valentín Koch, quien construyó una pequeña cervecería en la ribera norte del Río Mapocho. Posteriormente, en 1869 la cervecería pasó a manos de Adolfo Bohlmann, quien adquirió la fábrica de Koch tras su muerte, bautizándola como fábrica de cerveza "La Estrella". No obstante, el negocio no prosperó y la propiedad pasó a manos del Banco Nacional de Chile, quien la subastó siendo adquirida por Andrés Ebner en 1880.
Entre los años 1885 y 1888 Ebner se propuso renovar la propiedad, construyendo un inmueble compuesto por un volumen longitudinal que se caracteriza por su estilo ecléctico y el uso mixto dado a los espacios, ubicándose en el primer nivel las oficinas y en el segundo la residencia familiar. El establecimiento ocupó una superficie de 18.000 m2, en su interior se encontraban numerosos edificios y departamentos creados en función de las necesidades de la producción. En el equipamiento se contaban: molinos, cubos de 2.000 y 25.000 lt. de capacidad, cubas de fermentación, aparatos para la filtración de la cerveza y máquinas de frío. En esta fábrica llegaron a trabajar más de 800 operarios y su producción, además de cubrir el mercado nacional, se exportaba al Perú, Ecuador y Argentina.
Al poco tiempo, la fábrica se trasformó en una de las más prolíficas en la elaboración de cerveza, siendo su producto principal la Pilsen Ebner. También destacó como la primera productora de hielo al por mayor, llegando a producir 50 mil kilos por día.
En 1902, Ebner amplía el negocio introduciendo en el mercado una bebida de origen alemán que no tenía alcohol, llamada Bilz, la que se comercializaba resaltando sus propiedades curativas. Esta bebida fue un éxito, alcanzando gran reconocimiento al ser premiada por instituciones como la Sociedad Agrícola del Sur, en 1904.
Después de la muerte de Andrés Ebner en 1905, la fábrica pasó a manos de sus hijos, quienes en 1916 deciden traspasarla íntegramente a la Compañía de Cervecerías Unidas (CCU). La fábrica se mantuvo operativa hasta 1978, controlada por la CCU pero conservando el nombre.
Esta fábrica fue la primera en contar con maquinaria moderna para la elaboración de cerveza y en crear numerosos puestos de trabajo, por ello se reconoce como uno de los íconos del desarrollo industrial chileno, razón por la que en 1984 el Consejo de Monumentos Nacionales la declara Monumento Nacional en la categoría de Monumento Histórico.
En la actualidad, el edificio se encuentra en fase de restauración debido a que en sus dependencias se construirá un museo de la cerveza y un boulevard.