Back to top

Establecimiento metalurgista de Viña del Cerro

Otras denominaciones: 
Biblioteca Regional de Atacama
Localización: 
Atacama, Copiapó, Tierra Amarilla
Referencia Localización: 
Valle del Río Copiapó, a 85 km de la ciudad de Copiapó.Ubicación geográfica 27°55' y 70°03' y a 1.200 m de altitud.
Categoría: 
Monumentos Históricos
Tipología: 
  • Inmueble
  • Sitios arqueológicos y paleontológicos
  • Arqueológicos

La presencia incaica en Chile se remonta al siglo XV, cuando el emperador Tupac Inca Yupanqui inició en 1470 la conquista del Coya Suyo, región sur del Incanato. En su avance hacia el sur, los incas fueron sometiendo a distintos pueblos que habitaban el actual territorio chileno, entre ellos atacameños, diaguitas y picunches. El pueblo diaguita se asentó en los valles transversales del Norte Chico entre los ríos Copiapó y Aconcagua, desarrollando una cultura agro alfarera que destacó por la calidad de sus cerámicas. El sitio arqueológico Viña del Cerro es una manifestación de la influencia del legado inca en la cultura diaguita, específicamente en la renovación de técnicas de extracción y procesamiento del mineral de cobre. Se ubica en un cerro de 60 mt. de altura a 85 Km. de Copiapó.

Se cree que el centro metalúrgico Viña del Cerro estuvo en funcionamiento desde fines del siglo XV hasta 1536, año en que arribaron las primeras huestes españolas a Chile. El sitio arqueológico fue descubierto en 1968 y constituye la única fundición de la época incaica en territorio sur andino, razón por la cual ha sido objeto de diversas investigaciones. El complejo se compone de cuatro unidades con funciones específicas. La primera, corresponde a un recinto amurallado en forma rectangular de 56 por 50 m. al interior del cual se encontró una plataforma que probablemente habría servido para administrar las faenas. La segunda unidad, se compone de un rectángulo con muro perimetral de piedras en doble hilera que habría servido de habitación para los administradores del recinto. La tercera unidad, dedicada específicamente al trabajo metalúrgico, cuenta con 26 hornos o huairas para la fundición el cobre, que habrían empleado carbón vegetal de espino, algarrobo y chañar como combustible.

Finalmente, se descubrió una cuarta unidad contigua a una vertiente, construido en forma rectangular, este espacio habría servido para abastecer de agua a los trabajadores y las faenas productivas. Las excavaciones arqueológicas realizadas en 1968, 1971, 1974 y 1981 permitieron encontrar variados restos materiales como aros, collares y tierras de colores para pintura facial que dan cuenta de la vida realizada en torno al centro metalúrgico. Las ruinas fueron restauradas y parte de ellas reconstruidas por un equipo encabezado por Eduardo Muñoz que contó con el apoyo de la Universidad de Antofagasta y el Consejo de Monumentos Nacionales. El sitio fue declarado Monumento Nacional en 1982 por su relevante valor arqueológico.